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Para aquellos
que no pueden entrar inmediatamente en meditación c.q. teniendo
problemas con la meditación, Joel ha hecho un ejercicio ©e
spléndido que encontrará abajo de esta página .
Las
meditaciones que figuran abajo no son fórmulas ni prescritas
[obligatorias]. Son solo expresiones espontáneas de las
meditaciones de Joel y pueden servirle de guía. El material
está protegido por los derechos de autor y solo se puede
utilizar para estudio
privado.............................................................
PREPARACIÓN
para la MEDITACIÓN
Primer
Paso "Practising the Presence"© (Practicando la
Presencia ©)
por
Joel S. Goldsmith
Para aquellos de
ustedes que todavía no tienen la habilidad
para establecerse de inmediato en la meditación, les
recomiendo un minuto o un minuto y medio de meditación, diez,
veinte e incluso treinta veces al día e incluso de noche,
si se despertaran. Por mi propia experiencia, les aconsejo evitar
los períodos largos, intentando meditar.
Cuando ustedes
se dan cuenta que están pensando o sintiendo
tensión física o mental, entonces es que no
están meditando. Eso, es trabajo mental, el cual se
encuentra en el reino humano, pero no en el ámbito
espiritual. Al principio es mejor limitar sus meditaciones
a un minuto o a un minuto y medio, y permitir que dichos
períodos se prolonguen por sí mismos. Entonces un día
se sorprenderán de que han estado meditando por tres, cuatro o
cinco minutos pero les parecerá que tan solo fue medio
minuto pero entren en la meditación, en forma gradual.
Al principio,
no intenten meditar. Comiencen practicando la
Presencia. Sin este paso preliminar, yo, no
alcanzo la meditación de Silencio Interior, ni tampoco
conozco ningún estudiante de The Infinite Way ® (El Camino
Infinito ®), que lo logre. Yo continúo con esta práctica del primer
paso, y aún la imparto al seno de nuestra familia, tal como les
consta en mi Carta para Sam.
Para
ejemplificar cómo Practicar la Presencia, los
voy a invitar a un período de veinticuatro horas de mi vida, y
ahí ustedes pueden seguirme, hasta donde deseen.
Acabo de despertar
por la mañana, y antes de levantarme, digo silenciosamente:
Éste, es el
día que el Señor ha hecho. Gracias Padre; éste, es Tu día.
Tú, has enviado la luz que sigue a la oscuridad; y de nuevo
enviarás la noche que le sigue al día. El Principio, la
responsabilidad, es Tuya.
El ganado,
pastando sobre miles de colinas, es Tuyo tal como lo son
las cosechas, el petróleo y las piedras preciosas, en la tierra;
Tuyos, son los peces y las perlas, en el mar; y Tuyas las aves,
en el aire. Todo esto es Tuyo, y todo es una continuidad, tal
como una continuidad es Tu actividad. Así como Dios gobierna
este universo, de la misma manera Dios gobierna este día, y
también me gobierna a mí Hágase Tu
voluntad.
Yo, estoy
abierto a Tu guía, a Tu sabiduría. Yo, estoy abierto a Tu
dirección. Tú, has de ser mi vida, mi sabiduría, mi fuerza, en
el hoy. Tu Presencia, ha de ser la sustancia de mi tiempo y de mi
trabajo.
Ahora estoy
listo para un período de medio minuto o de un minuto, de silencio
completo y después me levanto.
En el desayunador,
me detengo para reconocer:
Dios, es
responsable de todo el alimento que se cultiva; Dios, ha
dispuesto esta mesa para mí; Dios, puede disponer una mesa en el
desierto Gracias, Padre.
Antes de
dirigirme a trabajar a mi oficina, o antes
de salir de casa, me detengo para reconocer:
La Presencia de
Dios, va conmigo y delante de mí, para enderezar los caminos
torcidos. La inteligencia de Dios siempre
está donde yo me encuentro. Dios, me mira detrás de los ojos de
todos aquellos que llegan dentro del ámbito de mi experiencia.
Yo, saludo a Dios, en todos aquellos con quienes me encuentro.
Yo, saludo a Dios, detrás de cada puerta que cruzo.
Cualquiera
que sea la naturaleza del trabajo que asuma, Dios constituye la
actividad de mi Ser; Dios, es mi inteligencia y mi fortaleza;
Dios, me anima; Dios, amina a todo Ser.
Cualquiera
que sea la naturaleza del trabajo en nuestro hogar ya sea
quehacer doméstico o jardinería Dios constituye la
armonía de este hogar. Es el amor de Dios,
aquello que cimienta las relaciones en este hogar. Es el amor de
Dios, aquello que es expresado de uno hacia el otro, dentro del
hogar; y hacia todos aquellos que llegan a nuestro hogar. El amor
de Dios, nos envuelve, nos abraza, nos une y
nos sostiene fuertemente dentro de Su voluntad.
A la hora del almuerzo:
La Gracia de
Dios, es mi suficiencia en todo.
Recuerden que jamás
nada de esto es hablado; nadie debe saber jamás
lo que yo, estoy orando. En nuestra mesa, incluso la palabra Gracia,
jamás es dicha en voz alta, excepto que por lo regular
nos vemos unos a los otros, diciendo: ¡Feliz día!
Entre nosotros, sabemos que lo anterior significa que estamos unidos
en una oración de gratitud. Y si hubiere otros a nuestra mesa,
entonces no tendríamos que orar delante de
los hombres pero habríamos orado.
A medio
día:
Ya sea que
estemos conduciendo o siendo transportados; ya sea que estemos de
compras o en cualquier actividad que se esté llevando a
cabo, siempre está ahí el reconocimiento:
Tú, vas
delante de mí, para enderezar los lugares torcidos. Tú, vas
delante de mí, para preparar mansiones para mí. Yo, te percibo
detrás de los ojos de todo aquel con quien me encuentro. Yo, te
saludo a Ti, Hijo de Dios.
Durante la cena:
Ésta, es
otra oportunidad para agradecer; para reconocer a
Dios, como la sustancia de mi pan, carne, vino y agua. De
esta forma continúo durante la noche, hasta que me retiro a
descansar.
Al irme a
la cama:
La actividad de
Dios, ha traído la oscuridad que le sigue a la luz la
noche que sigue al día. Se trata de la actividad de
un Invisible Infinito, actuando tras el universo visible. Una
Vida Invisible, un Ser Invisible, una Ley Invisible han expresado
la luna y las estrellas, así como la oscuridad y el descanso. El
hombre, no puso esto en acción ni
tampoco lo mantiene en acción. Esta actividad de
Dios, no se detendrá en tanto yo duermo.
Esta actividad de Dios, será tan constante
durante mi descanso, como durante mis horas de vigilia. Despierto
o dormido, en ningún momento estoy yo, fuera del Ritmo de
Dios.
El Ritmo de
Dios trae la noche después del día; y trae el día, después de
la noche. También trae el invierno, la primavera, el verano y el
otoño. El Ritmo de Dios, deja los árboles
desnudos en el invierno, y los reviste en la primavera,
produciendo su fruto durante el verano y el otoño. Yo, siempre
estoy viviendo en el Ritmo de Dios; y Dios,
está actuando Su vida y Su ley, en mí y a través de mí.
Al despertar
durante la noche:
Aunque despierte
a menudo durante la noche, siempre hay un reconocimiento
momentáneo de la Presencia de Dios, del Poder de
Dios, de la Gracia de Dios.
Gracias
Padre; todavía sigo en Tu Ritmo.
De esta manera
es como se practica la Presencia de Dios, y como se
mora en el Verbo, y se permite que el Verbo, more en
ustedes. Lo anterior implica vivir, mover y tener el Ser de
ustedes, en Dios. Se trata del reconocimiento de la
Presencia de Dios, de la Jurisdicción de Dios, de
la Ley de Dios, y de la Vida de Dios. Esta
práctica de la Presencia, les trae una quietud interna que los
establece a ustedes, dentro de la meditación
incluso si esa meditación fuera tan solo por veinte segundos.
Mantener la
atención en Dios, implica una actividad consciente
de parte de ustedes. Reconozcan a Dios en todos
sus caminos; reconozcan que Dios, gobierna sus días, sus
cuerpos, sus carteras, sus negocios, su hogar y sus relaciones,
junto con toda la humanidad. Mantener su atención en
Dios, les trae la actividad de Dios, a su experiencia.
En un despliegue
muy temprano en mi actividad, me di cuenta que nada
podía acontecerme, excepto a través de mi Conciencia. Si
yo, no me hacía consciente de algo, entonces ese
algo no me acontecería. Antes de que me
aconteciera, yo tenía que darme cuenta de eso. Es
decir, Dios podía estar llenando todo el espacio a mi alrededor,
pero ni la menor partícula de Dios iba a tocar mi
vida, a menos que yo, abriera activamente mi
Conciencia, para recibir a Dios. En el instante en que comenzamos
a hacer del Verbo de Dios, una parte consciente de nuestra
actividad diaria, en ese instante nuestras vidas comienzan
a cambiar. Entonces es cuando comprendemos el dicho: Si
así fuera que el Espíritu de Dios morare en ustedes,
entonces ustedes se convertirían en los hijos de
Dios; y como hijos de Dios, coherederos de todo el
bien celestial. ¿Se dan cuenta que este Espíritu de
Dios se encuentra morando ahora en ustedes,
debido a que, a través de un acto en su conciencia, ustedes
Lo han sacado de la inactividad hacia la vida? Este acto de la
conciencia de ustedes, implica el reconocimiento
de que el Reino de Dios, está dentro de ustedes;
que hay un Él, dentro de ustedes, el cual
es mayor que cualquier problema en el mundo; que Dios les
envió a Su Hijo, Quien mora con ustedes y dentro
de ustedes. Y esa Presencia moradora, es aquello que hace posible
llevar a cabo cualquier cosa en la vida.
Pablo dijo:
Yo, todo lo puedo por medio de
Cristo. El Maestro dijo: Yo, por mí mismo, nada
puedo. Pero este Padre interior este Cristo interior,
esta Presencia interior (o comoquiera que lo llamen
ustedes) este Invisible Infinito que Dios plantó dentro
de mí en el principio (incluso antes que Abraham
fuera), esta Presencia dentro de mí, hace
que todo sea posible para mí, y que
todo sea hecho a través de mí. ¡Nada es
imposible para el Cristo!
Al morar en la
Palabra de Dios, al reconocer que hay una infinita
Presencia dentro de mí (el Maestro la
llamó Padre; Pablo la llamó el Cristo),
el resto de las Sagradas Escrituras queda cumplido y
satisfecho. Ahora esta Presencia va delante de mí,
para suavizar todo lugar áspero en mi
senda; va delante de mí, para preparar Mansiones; para
preparar el cielo y la armonía, sobre la tierra.
Dense cuenta
entonces que lo que hemos aprendido en las Sagradas
Escrituras, constituye la Verdad. La única razón
por la que estas Verdades no han bendecido al mundo, es
porque el mundo no ha recibido la revelación de que: ustedes,
son quienes tienen que conocer la Verdad; ustedes
son quienes tienen que morar en la Verdad; ustedes
son quienes tienen que poner su atención en la
Verdad, y vivir, moverse y tener su Ser en la
Verdad, permitiendo que la Palabra (Verbo) de Verdad, more
en ustedes.
Una vez que
ustedes hayan reconocido que la Presencia está dentro
de ustedes, entonces estarán preparados para el siguiente
paso: Aquél, dentro de mí, es mayor
que cualquier problema en el mundo. Dios, es Omnipotente (todo
poderoso) no existe ningún otro poder. Desde el
instante de nuestra concepción, tuvimos la creencia en
dos poderes (bien y mal) incrustada en
nosotros; y debido a nuestra aceptación de la creencia
universal en dos poderes, es que hemos sido
restringidos y limitados.
Hasta antes
de 1492, todo el mundo creía que el cielo
descansaba sobre el océano, a unas cuantas millas de la
orilla; y que los barcos se caerían de la orilla, si
navegaban lejos. Lo único que los retenía era su creencia
de hecho, no había poder alguno que
impidiera navegar los mares, y descubrir nuevos continentes
solo la creencia limitaba. En el instante en que
Cristóbal Colón cruzó el mar, dicha creencia, desapareció.
De la misma
manera, se trata de la creencia en dos
poderes, aquello que nos limita. Es la creencia
de que existen dos clases de poderes: el poder del
mal y el poder del bien. Pero tan solo
existe un único Poder se trata del Poder de
Dios, porque Dios, es Omnipotente (todo poder). No
existen poderes de mal; no existen poderes destructivos;
no existen poderes satánicos. No hay poder en
la enfermedad; no hay poder en los accidentes; no
hay poder en la pobreza. Solo somos víctimas
de nuestra creencia en dichos poderes. Hasta que
ustedes se liberen a sí mismos de la creencia
universal en tales poderes, ustedes seguirán siendo
castigados, en una forma u otra, por infecciones,
contagios, climas, armas, bombas, hombres y mujeres malos,
conspiradores, intrigantes, etc. Cuando ustedes
puedan aceptar a Dios como la Omnipotencia
(el Poder Total, el Poder Único), entonces ustedes
podrán mirar este mundo, y al igual que el
Maestro, podrán decir: Tú, ¡no puedes
tener poder alguno sobre mí!